Justicia Encuentro y Perdón nace de la necesidad de consuelo de las víctimas de la represión

La ola de violencia que dejó la represión ocurrida en el contexto de manifestaciones en el año 2014 llevó a grupo de mujeres, madres, esposas, padres, hijos a reunirse, en un principio en busca de consuelo, pero la empatía natural de reconocer que el dolor es el mismo que el de otro los llevo a transformar su búsqueda de justicia en acción. Así fue como Rosa Orozco, madre de  Geraldin Moreno, una de las 44 víctimas levanta las banderas por la justicia e inicia un recorrido a nivel nacional e internacional por el caso de su hija. Pero rápido nota que no era solamente Geraldin, sino una larga lista.

Así inicia un proceso de contacto y acompañamiento entre ese grupo de víctimas que compartían un objetivo, alcanzar la justicia. Pero con los acontecimientos desencadenados en el ciclo de protestas que se dieron a nivel nacional e internacional en contra del presidente Nicolás Maduro originada por la crisis institucional de Venezuela de 2017 y otros eventos relacionados a la conflictividad política de ese país, Orozco decide formalizar junto a Martha Tinedo Justicia Encuentro y Perdón, una organización no gubernamental que pretende alcanzar justicia como un primer camino para fomentar la reconciliación y reconstrucción del tejido social.

Justicia Encuentro y Perdón celebro el pasado agosto su primer aniversario, acompañado de víctimas, defensores de derechos humanos, miembros de Psicólogos Sin Frontera y familiares de presos políticos.

Consientes que desde la impunidad no hay paz, “nuestra lucha es incesante por la justicia, en el momento que podamos alcanzarla, entonces estamos convencidos que podemos empezar el camino de reconciliación, de reconstrucción del tejido social y a través del perdón, no entendido como impunidad, ni como olvido, sino desde un perdón que fortalece que te hace crecer, que te hace mejor y consiente  del otro, desde esa liberación que se consigue cuando se perdona iniciar un proceso de reconstrucción”, detalló Tinedo durante su intervención al evento.

Durante ese primer año que parece corto la organización ha centrado sus objetivos en dos ejes fundamentales, “el tema judicial, nosotros levantamos una base de datos y tenemos identificadas a las víctimas desde el 2014 al 2017, los asesinados por protestas, hemos emprendido una serie de acciones tanto en instancia internacionales como nacionales, lamentablemente en derecho interno no hemos avanzado, pero igualmente estamos agotando las instancias internas”.

Y un segundo eje que tiene que ver con la atención directa a la víctima, “hicimos 15 foros a nivel nacional donde propusimos transformar el dolor en justicia, proponer que desde su condición de víctima transformara el dolor en fuerza motora para generar esos cambios necesarios para impulsar esa justicia necesaria, eso fue lo que nos llevó a contactarlas de manera directa a nivel nacional, hicimos un segundo ciclo de foro “Venezuela tras las rejas” porque también atendemos a los presos políticos y la idea era concientizar a la sociedad civil, respecto que al día de hoy 400 personas permanecen tras las rejas por pensar diferente”. En una última instancia JEP se ha ocupado de identificar a las víctimas para empoderarlas y capacitarlas en materia de derechos humanos porque como dice Martha “la voz de la víctima tiene una fuerza irrebatible”.

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