CRÓNICA | Manuel ‘Manu’ Sosa resistió al autoritarismo hasta sacrificar su vida por la libertad

En mayo de 2017, Sosa se convirtió en la sexta víctima en fallecer en medio de una manifestación en el estado Lara. Una herida producida por el paso de un proyectil en la región infraclavicular derecha, con salida en la escapular derecha, silenció su lucha por la democracia, la libertad y la justicia.

“A ‘Manu’ lo mataron malamente”, “le cobraron toda la valentía que demostró desde las protestas del 2014”, “lo tenían marcado desde hace mucho tiempo y ese día no lo pensaron dos veces para asesinarlo”, son algunas de las expresiones de familiares y amigos de Manuel Sosa cuando recuerdan el asesinato en Cabudare de este joven venezolano amante de la libertad, que sacrificó su vida por la sanación de nuestra patria abatida por el autoritarismo . 

LA ESCENA DEL CRIMEN

Desde tempranas horas del jueves 25 de mayo de 2017, Manuel Sosa y un grupo de vecinos se encontraban resistiendo las embestidas de un contingente de funcionarios de la Guardia Nacional en el distribuidor del sector Valle Hondo de la citada población larense.                                               

En medio de una lluvia de lacrimógenas, perdigones, cohetones y piedras los vecinos reclamaban las pésimas condiciones de vida que enfrentaban producto de las políticas erráticas implementadas por el régimen de Nicolás Maduro en el plano económico y social, hecho que se sumó a la frustración colectiva tras la arbitraria decisión de cerrar las puertas a la opción constitucional del referéndum revocatorio.                

Cuentan los testigos del hecho que siendo aproximadamente las 3:30 de la tarde, uno de los militares sacó a relucir un arma de fuego y comenzó a disparar; en ese instante, uno de los muchachos cayó herido sobre el distribuidor y Manuel corrió a ayudarlo, momento que aprovechó el funcionario para disparar directamente al joven, hiriéndole gravemente. Pero Sosa, en un último esfuerzo, corrió desde el distribuidor hasta el portón de su casa donde fue auxiliado por los vecinos y trasladado a un centro asistencial donde luchó por su vida hasta las 11:40 de la noche, cuando murió tras sufrir un paro respiratorio.

“Solo así pudieron silenciar una voz valiente, que resistió con coraje y se propuso luchar por un mejor país”, nos contó uno de los amigos de ‘Manu’ que no quiso identificarse por temor a represalias.     

La valentía y un sueño desmedido de libertad son dos de las características que más se recuerdan de Manuel Sosa. En 2014 había participado en las protestas junto a Gruseny Antonio ‘Tony’ Canelón, quien extrañamente fue asesinado un mes antes de caer Sosa, también a manos de un efectivo de la Guardia Nacional, según resultados de las investigaciones.

¿DÓNDE ESTÁ LA JUSTICIA?

Mediante testimonios, evidencias físicas y demás pesquisas de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de Derechos del Ministerio Público, se logró determinar que el primer teniente de la Guardia Nacional, Johnnuar José Pastor Arenas Castillo, adscrito en el Destacamento 123 de Cabudare, fue el presunto responsable de disparar el arma de donde salió el proyectil que le quitó la vida a Manuel Sosa. 

Familiares de la víctima se mantienen denunciando que el Ministerio Público no da respuesta sobre las diligencias realizadas para practicar la detención de Arenas Castillo, y mucho menos se evidencia en el expediente que la investigación haya sido dirigida hacia la cadena de mando.

“A más de tres años del asesinato de mi hijo, el caso está totalmente paralizado, ninguna institución se pronuncia mientras el funcionario señalado de matar a Manuel sigue libre, y hasta fue premiado por su actuación al ser ascendido al grado de Capitán”, nos contó Alejandro Sosa.   

Para este atribulado padre, el Estado tiene la responsabilidad de profundizar una investigación imparcial, con celeridad, y garantizar que los responsables del asesinato sean llevados ante la justicia.

DERECHOS AL REVÉS

A pesar de que la Constitución Nacional prohíbe expresamente el uso de armas de fuego para el control de las manifestaciones, la resolución 008610 del Ministerio de la Defensa, publicada en la Gaceta Oficial del 27 de enero de 2015, estableció a partir de la fecha un nuevo modelo de control militar del orden público que fue puesto en práctica en las protestas ciudadanas subsiguientes, autorizando eluso de la fuerza potencialmente mortal, bien con el arma de fuego o con otra arma potencialmente mortal”,como último recurso para “evitar los desórdenes, apoyar la autoridad legítimamente constituida y rechazar toda agresión, enfrentándola de inmediato y con los medios necesarios”.                                                         

Desde la perspectiva de los derechos humanos, la resolución suscrita por el general en jefe Vladimir Padrino López fue criticada en su momento por menoscabar las garantías del artículo 68 del texto constitucional vigente, el cual señala: “Se prohíbe el uso de armas de fuego  y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas. La ley regulará la actuación de los cuerpos policiales y de seguridad en el control del orden público”.

PERFIL

Manuel Alejandro Sosa Aponte nació en la ciudad de Barquisimeto, el 13 de marzo de 1984.

 Desde niño mostró inclinación por las actividades deportivas, destacando en la natación y el fútbol, disciplina donde obtuvo su primer trofeo a los 8 años de edad. Cursó la primaria y todo el bachillerato en el Colegio La Salle de la capital larense.  

El 25 de mayo de 2017, faltando 20 minutos para la medianoche, falleció a causa de un impacto de bala a nivel clavicular por la acción represora de la Guardia Nacional Bolivariana, cuando se encontraba participando en una protesta pacífica cerca de su casa, a la altura del Distribuidor Valle Hondo de la ciudad de Cabudare, estado Lara.

Escucha el podcast «Memorias de la Represión – Episodio 3: Manuel Sosa»

Descarga y lee la crónica completa 

Texto: Daniel Méndez

Diagramación: Karla Carrión

Octubre de 2020

 

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