CRÓNICA | Fabián Urbina: testigo, cronista y víctima de la deriva autoritaria en Venezuela
El lunes 19 de junio de 2017, Fabián Alfonso Urbina Barrios, un joven estudiante de 17 años, cursante de la carrera de Publicidad y Mercadeo en el Instituto Tecnológico Antonio Ricaurte (Maracay), se trasladó a Caracas para protestar por las pésimas condiciones de vida producto de las nefastas políticas implementadas por el régimen venezolano, hecho que se sumó al descontento general por la convocatoria a una asamblea nacional constituyente y la arbitraria decisión de cerrar las puertas a la opción constitucional de un referéndum revocatorio presidencial.
Pese a que tenía una semana de haber sido operado del brazo izquierdo, y en su extremidad aún sanaba la fractura que le causó una bomba lacrimógena días antes durante una manifestación en la capital aragüeña, a Fabián poco le importó los dolores que soportaba ya que entendía que Venezuela acusaba una “herida mayor”, como relataron sus escritos de la angustia compartida por el país ausente de su niñez.
CRONISTA DE SU TIEMPO
La sensibilidad social de este joven venezolano, su visión de mundo y las contradicciones políticas y económicas que lo asaltaron a tan temprana edad, quedaron reflejados en los pensamientos que volcó en sus redes sociales, con profundo sentido humano:
“(Venezuela) pronto serás de nuevo una tierra libre, donde cada uno de nosotros podremos vivir como hemos soñado (…) estoy seguro que todo esto valdrá la pena”,
apuntó en su red social Facebook, exactamente 7 días antes de ser asesinado.
“En esta etapa que vivimos en nuestro país es necesario observar nuestro propio comportamiento. Todos nosotros formamos parte del cambio que buscamos y anhelamos, todos nosotros somos parte de esa acción que necesitamos para conseguir al fin la Venezuela que soñamos. No te quedes sin hacer nada, sé el cambio que quieres en tu vida y en tu entorno
¡No más excusas!”,
dejó para la posteridad en su cuenta de Instagram, un mes antes del adiós definitivo.
Pero no solo la tristura de la Venezuela abatida por la represión colmó los espacios de sus anotaciones virtuales. Habló y reflexionó sobre las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, la tortura y hasta rindió tributo a víctimas de la represión gubernamental, sin imaginar que el destino le aguardaba un lugar en tan odioso registro.
LA MUERTE LLEGÓ UNIFORMADA
Cuando arribó a Caracas, Fabián Urbina se sumó a las manifestaciones pacíficas que se realizaban en el distribuidor Altamira, en el municipio Chacao. En medio de los reclamos y el fervor juvenil, un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana abrió fuego indiscriminadamente contra los manifestantes, hiriendo mortalmente a Urbina y lesionando a otras cinco personas. Una vez trasladado a una clínica capitalina, ingresó sin signos vitales. Los médicos apreciaron una bala en el tórax derecho, cerca de la orquilla esternal.
El 3 de julio de 2019, luego de 2 años y 15 días de cometido el homicidio, y tras 19 diferimientos de la audiencia preliminar, el Tribunal 41° de Control de Caracas decidió pasar a juicio al sargento segundo Johan Rojas Díaz, señalado como el principal autor material del asesinato, y confirmó la privativa de libertad. Fue imputado con los delitos de homicidio calificado agravado con alevosía por motivos fútiles e innobles, uso indebido de arma orgánica, quebrantamiento de los pactos y tratados internacionales y omisión de socorro.
DE SU PUÑO Y LETRA
“Es momento de tomar consciencia sobre el poder que tenemos todos nosotros de acabar con lo que hoy tanto nos agobia. Es nuestra responsabilidad saber que nosotros tenemos en nuestras manos y a través de nuestras acciones, la posibilidad de tener un mejor futuro”.
— Fabián Urbina