CRÓNICA | Yorman Bervecia regó con su sangre el ideal de libertad que brotó en tierras de Barinas

El 22 de mayo de 2017, en plena sabana barinesa de viento infinito y suelo tendido, un recio contrapunteo de libertad y opresión, de democracia y autoritarismo, de vida y muerte quebró la paz del horizonte plano y envolvió a una familia en dolor de ausencia definitiva.
Ese día la “linda Barinas” del maestro Eladio Tarife, deslució su “paisaje de ensoñación” desfigurada tras el siniestro galope de la muerte que en avieso tropel arrastró a unos de los hijos de esta tierra llana, de apenas 19 años de edad, recién graduado de bachillerato

LLANURA ENSANGRENTADA Y ENLUTADA

Aquel lunes, Yorman Bervecia, un joven en pleno florecimiento de la vida, con un hijo de año y medio acunado en su corazón, despertó sobresaltado en medio de la protesta que estalló en la urbanización José Antonio Páez, mejor conocida como Los Pozones, ubicada en la capital de la entidad llanera. El rechazo a la ruptura del orden constitucional tras la convocatoria a una asamblea constituyente por parte del régimen, había caldeado los ánimos de la colectividad que se volcó a la avenida Rómulo Gallegos del urbanismo para expresar su rechazo.

El derecho constitucional a la manifestación pacífica ejercido por la vecindad no gozó del beneplácito de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que arribaron al lugar. Tras unas cuantas palabras autoritarias, empujones y pequeñas escaramuzas, rápidamente estalló la represión desmesurada e impune que hoy, tres años más tarde, tiene al Estado venezolano en la mira de organismos internacionales de derechos humanos que han tipificado tales delitos como crímenes de lesa humanidad.

En medio del fragor de la represión, Yorman, que había decidido unirse a la manifestación, fue impactado por una bala en el pecho que destrozó su corazón, justo ahí donde acunaba las querencias de su unigénito. Según testigos, la bala provino del contingente de funcionarios militares que activaron sus armas de fuego contra los manifestantes, en franca violación de las normativas constitucionales y los estándares internacionales que rigen el control del orden público. El joven fue trasladado a un ambulatorio cercano pero ya no había nada que hacer para mantenerlo entre nosotros.

Ese día Bervecia y otros siete manifestantes que cayeron asesinados en diversos puntos de la geografía barinesa, escribieron una de las páginas más sangrientas de la historia reciente de Barinas.

Para el llanero, que sabe distinguir entre el espacio físico (el llano) y el espacio espiritual (la llanura), la sangre derramada en inédita jornada de represión, si bien ‘enlutó la llanura’ y trastocó la experiencia de vida de las familias que perdieron a sus seres queridos, abonó la lucha por la libertad que afloró aquel día y que hoy sigue creciendo silente entre la espesa maleza del horizonte llano, aguardando con ansias volver a cabalgar para reescribir la historia de una nueva gesta de liberación nacional, esta vez auténtica y definitiva.

TOLVANERAS DE IMPUNIDAD

Transcurridos más de tres años de la muerte de Bervecia, la investigación sigue estancada, “no hay ningún tipo de avance, seguimos sin obtener respuesta alguna por parte del Estado”, manifestó a Justicia, Encuentro y Perdón la señora Luz del Valle Cabeza, madre de Yorman. Durante la conversación trascendió que en medio de los retardos de la justicia, el expediente asignado a distintos fiscales del Ministerio Público, finalmente se extravió en julio del 2018, alejando aún más la posibilidad de identificar a los responsable del crimen. Este tipo de actuaciones de la justicia demostraría 

 

“La falta de independencia e imparcialidad en la investigación en curso. Imagínese usted, ¿quién garantiza que la reconstrucción del expediente corresponda con lo que se había recabado? ¿Qué clase de respuesta es ésta? Yo me enteré de la pérdida del expediente en noviembre del 2019. Nosotros no gozamos de un sistema judicial justo, un sistema político recto; todo está corrompido, monopolizado, secuestrado. Queremos que ocurra la reparación de daños ante las pérdidas humanas, que se limpie la memoria de nuestros hijos. Pretenden borrarlo todo y no es justo, tenemos derecho a que las futuras generaciones conozcan lo que pasó aquí y lo que sucedió con nuestros hijos”

— Luz del Valle Cabeza

DERECHOS AL REVÉS

El Estado es responsable de investigar rápida y eficazmente el asesinato de Yorman Bervecia y cualquiera de las otras muertes ocurridas en el marco de las protestas pacíficas que estallaron en 2014.

Un modelo de control del orden público donde prive el uso excesivo de la fuerza y las armas de fuego es contrario a la Constitución venezolana (artículo 68) y a los parámetros definidos en el Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos de 2009.

Los derechos de reunión y libertad de expresión, garantizados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, son fundamentales y su garantía es una condición necesaria para la existencia y el funcionamiento de una sociedad democrática.


PERFIL

Yorman Ali Bervecia Cabeza nació en Barinas, el 8 de noviembre de 1997. Este joven estudiante, deportista y comerciante murió el 22 de mayo de 2017, tras recibir un disparo del lado izquierdo del pecho durante una manifestación pacífica en la ciudad de Barinas. Fue la víctima número 61 tras 52 días de protestas en el país.

Han transcurrido más de tres años de su asesinato y las autoridades no han determinado a los responsables del crimen. Sus familiares exigen justicia, recuperación inmediata del expediente extraviado en la Fiscalía Primera provisoria del estado Barinas, reparación integral al Estado por los daños causados, derecho a la memoria y garantías de no repetición.

Escucha el podcast «Memorias de la Represión – Episodio 6: Yorman Bervecia»

Texto: Daniel Méndez

Diagramación: Karla Carrión

Diciembre de 2020

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