Memorias | 11 de mayo 2017 por Luisa Castillo

2do día: pasé la noche prácticamente en vela, Eduardo se quedó en la casa y trataba de consolarme, pero te juro no había consuelo. No podía dejar de llorar y mucho menos dormir.
7:00 am nos levantamos todos, recuerdo que me bañé y seguí llorando, bajé a desayunar (obligada ) y salimos al colegio a una misa para ti. Al llegar al cafetín estaba full, lleno de personas que nos querían acompañar en nuestro dolor.
La misa estuvo bella negrito, hablaron maravillas de ti. Lloré mucho, no te miento, sentía un dolor en el alma que invadía mi cuerpo.
Cantamos los himnos del colegio y la gente lloraba, lloraba mucho negrito, gente que jamás te conoció lloró tu partida.
Luego se nos acercó mucha gente a darnos el pésame, nos llenaron de mucho a energía positiva y palabras de aliento.
Terminamos la misa y junto a toda esa gente marchamos desde el colegio hasta donde te arrebataron la vida.
Fue hermosa Migue, estaba full de gente, la gente caminaba con pasos firmes, pero era un ambiente triste, eso sí todos estaban de acuerdo que está lucha hay que seguirla.

 

Iba un padre haciendo un rosario y toda la gente repitiendo. Cuando llegamos los compañeros de clase y todos quienes nos acompañaban cantaron el himno nacional. Luego la gente retornó al colegio, nosotros no. Fuimos a la plaza Alfredo Sadel dónde me encontré con el tío José. La tía Lourdes e Isa me abrazaron muy fuerte y lloraron mucho por ti. 
Luego nos acercamos a la plaza donde te organizaron otra misa, esta vez de parte de la alcaldía de Baruta. Ahí estuvimos todos: mamá, la yeya, las tías, el tío José, Isa y papá. 
Los tíos Juan y Miguel se encargaron de todos los trámites para darte la mejor despedida. Fueron a la morgue para que nadie manipulara tu cuerpo, a ellos le tocó la parte dura. 
Nos fuimos al cementerio, llegamos y mamá dice que podemos bajar a despedirnos de ti. Fuimos varios, te colocamos algunas cositas para que te acompañaran. Te pude dar un beso, ¡qué duro fue… te lo juro!, estabas frío, pero tu carita de sobrado era la misma, quedaste bello así como lo fuiste en vida. 
Subimos, nos obligaron a comer algo y al rato llegaste… 💔 te pusimos tu jean favorito, una camisa que no te quitabas para nada y el corbatín del tío Juan. 
Comenzó a llegar gente negrito, wow ni te puedes imaginar el gentío que fue o bueno sí porque estoy segura que tú estabas por ahí dándonos ánimos. 
Cuando llegó Juan fue muy duro, él todo guerrero, llegó fuerte dándonos ánimos a todos hasta a sus amigos. Ya entiendo porque lo admirabas tanto y era tu modelo a seguir.
Nunca estuvimos solos negrito, cuando nos tocó irnos no me quería ir, no quería dejarte ahí solito.
Al llegar a la casa Juan y yo bajamos a tu cuarto 💔 Nos dijimos muchas cosas, lloramos juntos , no podíamos creer que estábamos ahí sin ti , dejamos de ser tres , nos quitaron nuestra otra mitad . El cuarto nos quedaba inmenso, la casa es inmensa sin ti.

Luisa Castillo, hermana de Miguel Castillo. 

Comparte esta noticia en