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Boletín #49 – Recibir el año nuevo con la frente en alto

Editorial

Justicia Encuentro y Perdón – JEPVzla, nació del amor de una madre, multiplicado en el amor de muchas otras madres y eso, sin duda, es la rúbrica que garantiza que por infinitos que sean los dolores, las dificultades y los obstáculos, no habrá forma de impedir que sus fines más trascendentales – esas palabras que le dan nombre – conduzcan inevitablemente a su logro.

Así, al cierre de un 2021 convulso, sorpresivo y trascendente en materia de defensa de DDHH, podemos hacer un recuento breve – y apenas representativo – de todo lo andado por nuestra organización durante este período. Fortalecimos la documentación y apoyo psico legal a las víctimas con quienes trabajamos; activamos agendas exitosas de incidencia internacional; publicamos informes temáticos aún más precisos y subimos la calidad de nuestros productos audiovisuales; afianzamos las relaciones institucionales con organizaciones nacionales e internacionales, así como la colaboración con medios, periodistas e investigadores para el desarrollo de sus propios contenidos; diseñamos nuevas formas de activismo a nivel nacional, y otras tantas gestiones que ciertamente pudieran servir de medición para todo lo que ha sido capaz de lograr ese amor que nos mueve.

En este sentido, el recuento y revisión de lo ya realizado nos impulsa a ser más conscientes del compromiso por hacer más, mucho más, pues el camino a la JUSTICIA es largo y lleno de obstáculos, pero con escampados para el aliento. No en vano, este fue un año en el que se ratificó que la esperanza activa se convierte en certezas. Estamos llamados a ser cada vez mejores en lo que sabemos hacer, en aras de reconstruir nuestro tejido social, ya que el espacio para un efectivo re ENCUENTRO no será tarea fácil, mientras exista una política que desde el poder insiste en la destrucción de la civilidad, y en la división, entre unos pocos, malamente dueños de casi todo, y esos muchos honestos, injustamente dejados casi en la nada.

La imagen que lamentablemente muchos compran y vocean sin responsabilidad ni mayor discernimiento, sobre un país con una población derrotada, sumisa, que se ha rendido ante la manipulación de las líneas de rebranding y de acción del Estado, demanda más que nunca el trabajo constante, colaborativo y de hormiga, para oponerse al Goliat comunicacional del Estado.

La economía de un país no se mide por un Bodegón, una farmacia y una zapatería. ¿Puede llamarse eso el aparato productivo de un país? ¿Es esa la solución para salir de la pobreza y de la crisis social y de valores distorsionados a profundidad? La ciudadanía no armada ha hecho y sigue haciendo todo lo que está a su alcance. En las familias venezolanas se restea desde el que hace la comida y la rinde, pasando por el que cría con nobleza y estoicamente también hace de maestro y profesor, hasta el que sin pena alguna sale a trabajar en lo que puede y mantiene en alto su fuerza. Es una ciudadanía conformada por muchos seres que a sabiendas de que no pueden quitarles las armas a sus secuestradores, tampoco están dispuestos a dejarse vencer.

A todos quienes son nuestro motivo y razón, a todos quienes nos apoyaron y acompañaron, a todos quienes junto a nosotros insisten en la importancia y el valor de decir la verdad y en trabajar por la dignidad como forma de relacionarnos: GRACIAS… El balance de 2021 nos reafirma también la necesidad del PERDÓN sin renunciar a la justicia, determinados a la memoria, pero libres de resentimientos y odios – propio de los débiles y cobardes –. Ese será con toda seguridad nuestro camino por andar.

Martha Tineo 

Coordinadora General Justicia, Encuentro y Perdón 

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