
JEP presenta Los Jardines Imposibles, una serie testimonial sobre resiliencia y resignificación del dolor en contextos extremos
Caracas, 15 de octubre de 2025. En un momento en el que Venezuela atraviesa una fase particularmente crítica de su crisis humanitaria —marcada por el incremento de la persecución política, las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias contra la población —, la organización Justicia, Encuentro y Perdón (JEP) anuncia el lanzamiento de Los Jardines Imposibles, una nueva serie testimonial que pone en el centro la fuerza de la resiliencia y la capacidad de resignificar el dolor.
El seriado, que inicia este miércoles 15 de octubre, se adentra en las vidas de seis familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos. Sus relatos no se limitan a la denuncia cruda de los atropellos sufridos, sino que exploran la potencia transformadora de la existencia en medio de la adversidad. Son voces que revelan una extraordinaria capacidad de resistencia, resiliencia y conexión con la vida, incluso frente a daños y maltratos que desafían cualquier lógica de justicia.
A lo largo de la historia, la humanidad ha demostrado que incluso en los escenarios más oscuros —guerras, exilios, dictaduras, genocidios—, el espíritu humano encuentra formas de afirmarse. La filosofía, la literatura y el arte han dado testimonio de esa paradoja: que del dolor puede brotar sentido, que de la pérdida puede nacer memoria, que de la devastación puede surgir un impulso ético. Los Jardines Imposibles se inscribe en esa tradición universal: la de quienes, en lugar de sucumbir al peso de la tragedia, eligen convertirla en raíz de dignidad y en semilla de futuro.
El título de la serie condensa su espíritu: Los Jardines Imposibles evocan flores silvestres que emergen del concreto, raíces que se aferran al hierro oxidado, follajes verdes que irrumpen en medio de bloques abandonados. Así son estos venezolanos: ejemplos contundentes de lo que significa transitar situaciones extremas sin perder la dignidad ni la voluntad de seguir. No se limitan a sobrevivir; eligen transformar el dolor en acción, la pérdida en conciencia lúcida y la adversidad en cauces de esperanza.
En un contexto donde la crisis humanitaria compleja que vive Venezuela desde 2014 entra en una nueva fase de zozobra y desafíos, estas historias se convierten en faros. Lejos de quedar atrapadas en cifras o titulares, revelan una coherencia profunda entre lo vivido, lo defendido y la forma en que sus protagonistas siguen habitando el mundo. Su fuerza no reside en el olvido, sino en una memoria activa que se niega a renunciar a la justicia y a la reparación.
La serie, enmarcada en una campaña especial de piezas promocionales desde todas las redes de la organización, busca invitar también a la identificación y a la toma de conciencia que surge desde la conexión emocional. Porque estas personas no son figuras lejanas. Más bien, caminan a nuestro lado en entornos familiares, laborales y comunitarios. Son como esas flores que solemos ignorar por considerarlas “monte”, y sin embargo, sostienen la belleza del paisaje sin pedir nada a cambio. Su presencia es silenciosa, pero su historia es épica.
A través de sus palabras, sus principios de vida y su forma de estar en el mundo, Los Jardines Imposibles se presenta como un homenaje para las víctimas y sus familiares así como para toda la sociedad venezolana y sus diferentes actores: defensores, periodistas, obreros, médicos, abogados, docentes, enfermeras, migrantes… La selección de las historias propone una revelación: todos, en algún momento, hemos sido —o seremos— ese floración indómita que surge donde menos se espera. Y en ese acto profundamente humano reside la posibilidad de resignificar no solo el dolor, sino también el sentido mismo de nuestra existencia. De ahí, el selling point que acompaña el título de este proyecto: La belleza más profunda es la que nace del coraje de seguir.


