Crónica | Unión, fuerza, fe y mente

Alrededor de las 9:30 am del sábado 6 de agosto de 2022, Jean Carlos Cariel García se encontraba preparando café, cuando recibió una llamada de su hermano Jecson Ricardo, para avisarle que desde la tarde del día anterior había sido detenido en la ciudad de San Cristóbal, por miembros de la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas, junto con su amigo Jackson Vera. El abogado se dirigía a Bogotá en busca de una silla de ruedas y medicamentos donados, que facilitarían la asistencia permanente que requiere su madre, paciente de ataxia cerebral. Después de cinco días sin saber de él, Jean Carlos se enteró que Jeckson Ricardo había sido trasladado a Caracas, acusado de terrorismo.

Los Explosivistas del Táchira

El mismo sábado, en horas de la tarde, la familia Cariel García conoció a través de un avance informativo por la televisora estatal VTV, que el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, anunciaba la captura de dos ciudadanos venezolanos, Jecson Ricardo Cariel García y Jackson Oswaldo Vera, “quienes trajeron desde Colombia material explosivo (…) Estos individuos pertenecen a una organización terrorista denominada Movimiento de liberación y resistencia». El funcionario también afirmó en su momento, que el líder del presunto grupo agresor estaba identificado como Jean Piero Osorio Ruiz, radicado en los Estados Unidos. Posteriormente, en su cuenta X añadió que los detenidos “portaban explosivo plástico C4, proveniente de Colombia, para ejecutar actos terroristas en Venezuela».

De acuerdo a lo relatado y explicado por Jean Carlos, su hermano salió de Acarigua hacia Mérida el jueves 4 de agosto. El viernes 5 se traslada a San Cristóbal para hacer escala, vía Bogotá. Allí lo recibe su amigo Jackson Oswaldo, quien lo ayuda a registrarse en un hotel, y cuando se disponen a ir a almorzar, son interceptados por individuos armados en vehículos sin placas, en un semáforo cerca de la sede de la sede de la Guardia Nacional Bolivariana. La noche del mismo viernes, el abogado de 47 años y su amigo Jackson Vera, son trasladados a los sótanos de la sede del DIEP. “Allí los forzaron a aceptar una versión de todo lo sucedido, sin defensores de confianza de por medio. Ambos compañeros se negaron a asumir dicha declaración”.

Jecson Ricardo estuvo detenido desde el viernes 5 hasta el domingo 7 de agosto de 2022 en la sede de la DIEP, fecha en que lo presentan en los tribunales de San Cristóbal, con un defensor asignado por el Estado. La juez a cargo declina la causa para Caracas. Cuando se produjo dicha audiencia, Jean Carlos explica que recibió la advertencia por parte de su hermano, sobre un falso positivo fabricado alrededor de su detención arbitraria y desaparición forzosa, por lo que le pedía que ubicara con urgencia apoyo legal. Jecson Ricardo Cariel García y Jackson Oswaldo Vera, fueron imputados por resistencia al arresto, porte de armas de guerra, asociación para delinquir y terrorismo.

A partir del día lunes 8 de agosto, Jecson Ricardo estuvo desaparecido hasta el día viernes 12. En el momento que su familia logra tener información, tramitan un habeas corpus y a las pocas horas, es presentado en tribunales y se conoce que había estado recluido en la sede del Sebin El Helicoide, recinto carcelario en el que permanece hasta el presente.

A los tres días, Jean Carlos recuerda que se produjo una audiencia especial y denuncia que tal procedimiento se realizó para “obligar a mi hermano a renunciar a la defensa privada por parte de la Coalición por los DDHH y la Democracia”. En noviembre de 2022, después de varios intentos infructuosos y por intermediación de Michelle Bachellet, a cargo de la Oficina del Alto Comisionado para las Naciones Unidas, Jean Carlo logra visitar por primera vez a Jecson Ricardo, en el Helicoide, después de 79 días sin información sobre su estado ni su paradero. Desde Acarigua, estado Portuguesa, se fue en una cola, solo y sin recursos. “Lo vi con toda una mezcla de emociones: desesperado, desesperanzado, alegre de verme y poder saber de la familia, agradecido con quienes lo habían respondido y ayudado…”.

“Cuando uno lo va a visitar y da su nombre, responden, ah, Los explosivistas del Táchira… Así quedó identificada su causa por parte de las autoridades”.

La naturaleza de las cosas

El caso de Jecson Ricardo y Jackson Oswaldo ha pasado por tres cambios de jueces. Con el segundo magistrado no se produjo una sola audiencia en todo 2023. No fue sino hasta enero de 2024 que se cita a una sesión, con una nueva jueza designada en el Tribunal 29 de Terrorismo, y según aclara Jean Carlos, comenzando todo de nuevo, desde cero, y sin permitir aún la asistencia de defensores privados. La próxima presentación, fijada para el 19 de febrero. Aunque se produjo el traslado hasta tribunales, los funcionarios no llegaron y la sesión quedó diferida para el próximo 4 de marzo.

Aparte de las gestiones ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y la denuncia que mantiene activada el OIAD (Observatorio Internacional de Abogacía), Jean Carlos explica que trata de continuar las gestiones para que el caso de su hermano sea incorporado en los informes de organismos internacionales de alto nivel que investigan la situación sobre la violación de derechos humanos en Venezuela.

Cuando le toca describir a Jecson Ricardo, destaca que desde que cursaba la carrera en la Universidad de los Andes, ULA, su hermano siempre se caracterizó por su capacidad para ser líder estudiantil y de allí en adelante, parte importante de su vida la dedicó a consolidarse como activista de derechos humanos, para denunciar lo que él y sus compañeros de causa consideraban como irregularidades que se producen con los cuerpos de seguridad del Estado, en la frontera colombo-venezolana.

Jecson Ricardo es el cuarto de los cinco hermanos Cariel García. Con su ausencia, ya sólo tres quedan en contacto. Es poco el espacio que le queda a Jean Carlo, para ejercer su profesión como ingeniero civil, al tener que cargar con el seguimiento legal del caso de su hermano, el funcionamiento de toda la logística en Acarigua y atender las necesidades de su madre, cuya enfermedad implica el deterioro acelerado de su movilidad muscular.

Cuando lee y recibe información sobre la situación de familias en condiciones similares, siente que está repasando su propia historia. “El esquema es el mismo para todos. Es un patrón sistemático. Entonces, unión, fortaleza, fe, mente, y estar preparado para contar con redes disponibles y articuladas que ayuden a dar una respuesta rápida y eficaz, especialmente en la parte legal. Creo que es lo mejor que podemos hacer tanto por la víctima como por sus familiares”.